¿Has escuchado hablar sobre la fibromialgia? En Clínica Kinu podrás contar con un equipo de profesionales con experiencia y alta formación.

Esta enfermedad se caracteriza por causar intensos dolores en quienes la padecen. Se manifiesta con una molestia general, sin embargo, ataca con mayor fuerza en los catalogados como puntos dolorosos. Que además de ser las zonas más afectadas, también funcionan para saber en donde tratar ¿Quieres saber cómo? Aquí te lo explicamos.

La fibromialgia no se trata de un simple dolor, ya que de ser simplemente esto podría ser confundida con un extenso número de enfermedades. De hecho, su nombre se debe a que su dolor se origina en los ligamentos y tendones del tejido fibroso de los músculos.

Quienes la padecen la describen como un dolor en todo el cuerpo, lo cual fácilmente podría ser considerado como un simple malestar general solucionable con un par de pastillas simples. Sin embargo, lo que diferencia esta condición de otras son sus dolores localizados en los puntos dolorosos.

Puntos dolorosos de la fibromialgia

El origen de los dolores en la fibromialgia está localizado en 18 partes del cuerpo. Existen hipótesis médicas de que se tratan de estímulos cerebrales que son percibidos como dolor en estos tejidos, pero que no lo son en realidad. Sin embargo, las causas de esta anomalía aún son desconocidas, a pesar de ser bastante común en adultos de mediana edad y principalmente en mujeres.

El dolor presentado en estos puntos se manifiesta como una molestia constante, siendo también un generador de estrés y ansiedad en quienes lo padecen. Para identificar estos puntos dolorosos es necesaria la revisión de un especialista, que con el simple tacto y la comunicación del paciente podrá identificarlos.

Cuando es realizado este diagnóstico, se toma en cuenta el grado de dolor y sensibilidad en al menos 11 de las 18 áreas de dolor más comunes, correspondiendo a áreas extremadamente sensibles para los estímulos mecánicos.

Los puntos de dolor de la fibromialgia son 18, divididos en 9 pares. Estos se encuentran divididos en diferentes áreas del cuerpo:

  • Glúteos.
  • Codos.
  • Parte interna de las rodillas.
  • Entre las escápulas.
  • Zona superior del pecho. 
  • En la base del cráneo y nuca.
  • En la mitad superior del músculo trapecio.
  • Músculos inferiores del cuello.
  • Zona externa de las caderas.

¿Cómo tratar los puntos dolorosos de la fibromialgia?

Al ser una enfermedad con causas no esclarecidas y diversas visiones en cuanto al tratamiento más efectivo, en este punto suele haber opiniones encontradas. Por lo general, suelen ser recetados medicamentos paliativos que alivien el dolor y el resto de síntomas. Sin embargo, no la elimina en sí.

La fibromialgia ataca con mayor fuerza a los ligamentos y tendones, por lo que uno de los tratamientos más recomendados para este tipo de zonas es la osteopatía. Durante años la osteopatía se ha posicionado como un método efectivo para aquellas enfermedades musculares y articulares sin una cura médica establecida. 

El método de tratamiento que emplea la osteopatía se basa en técnicas de ejercitación y masajes en las articulaciones afectadas, con la visión de que el cuerpo es capaz de curarse por sí mismo con los hábitos y las técnicas adecuadas.

Lo más importante antes de cualquier tratamiento será la correcta identificación de la condición y de las zonas a tratar. El osteópata se encargará de analizar y diagnosticar al paciente mediante técnicas especializadas de evaluación manual y palpación muy fina para identificar cualquier tipo de anomalía a lo largo del cuerpo.

Una vez identificado, se encargará de orientar al paciente mediante técnicas que ayuden a la recuperación de las zonas afectadas, algunas de las más comunes para la fibromialgia son:

  • Ejercicios especializados: ejercicios cardiovasculares suaves orientados por un osteópata profesional, ayudan a reducir la tensión muscular y mejorar la movilidad articular del paciente.
  • Técnica de liberación miofascial: esta técnica se basa en el trabajo manual de los puntos de dolor que existan en el cuerpo. Aplicando una presión sostenida y gradual en las restricciones de tejido conjuntivo miofascial para restaurar la movilidad y eliminar el dolor.
  • Técnica de energía muscular: se emplean contracciones isométricas para relajar y destensar a los músculos. En esta técnica se requiere un trabajo conjunto del paciente y del osteópata, ya que la fuerza aplicada es la que permitirá una mejora en la amplitud del movimiento articular.

Si te interesa recibir un tratamiento de osteopatía para la fibromialgia, te invitamos a conocer más sobre nosotros y contactarnos para ayudarte en lo que necesites.

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